Síndrome post vacacional y vuelta al “cole”
La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria define el Síndrome Postvacacional como el estado que se produce en el trabajador al fracasar el proceso de adaptación entre un periodo de vacaciones y de ocio con la vuelta a la vida activa, produciendo molestias que nos hacen responder a nuestras actividades rutinarias con un menor rendimiento.
Este síndrome hace referencia a un estado de malestar genérico, con síntomas tanto psíquicos como físicos, afectando principalmente a personas jóvenes, menores de 45 años.
El síndrome postvacacional, puede presentarse de diversas formas: Síntomas físicos como cansancio generalizado, fatiga, falta de sueño, dolores musculares, falta de apetito o de concentración … Síntomas psíquicos como irritabilidad, tristeza, falta de interés o nerviosismo.
Como ves, no eres la única persona a la que le ocurre! Desde Avedian te dejamos algunas ideas para afrontar este período de transición con alegría e ilusión:
- Márcate objetivos pequeños, alcanzables y realistas en el trabajo. La concentración y el rendimiento aparecerán progresivamente. Tu cerebro tiene que acostumbrarse al nuevo ritmo. Se paciente y amable contigo.
- No aparques tus hobbies. Aunque en verano tenemos más tiempo para practicarlos, la vuelta a la rutina puede ser un buen momento para afianzarlos; cambia tu planificación de siempre: un paseo por la tarde, un rato de lectura al acostarte, escuchar música, quedar con amigos…. Todo depende de ti y de tu organización.
- Come saludablemente: la vuelta de verano es un buen momento para resetearse nutricionalmente; busca nuevas recetas, cambia tu compra, incluye alimentos nuevos…
- Descansa: mantén un ritmo de sueño saludable, olvídate de ver la televisión “hasta que te entre el sueño”, planifica tus 8 horas de sueño y cumple una rutina que lo facilite.
Si todavía no te lo has planteado, es el momento: empieza a hacer ejercicio. Los beneficios son incuestionables, tanto para la salud física, como para la salud mental. Busca una motivación y arranca!
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Igual que a los adultos, a los niños les cuesta volver a adaptar su cuerpo a los horarios de “invierno”. Este proceso de ajuste puede provocar intranquilidad, cansancio, fatiga o insomnio.
Un buen descanso y una dieta equilibrada son los objetivos clave a conseguir en los más pequeños de la casa, para evitar que la adaptación a la rutina se haga más difícil todavía...
- El sueño es uno de los hábitos más importantes para restablecer el equilibrio físico y psicológico, ya que es básico para el desarrollo y el bienestar del menor; favorece los procesos de atención y memoria, y, además, ayuda en la consolidación del aprendizaje y a la mejora del comportamiento. Busca una rutina y planifícala con tiempo: baño a las 20,00; cena a las 20,30; un rato de lectura en la cama favorece la relajación… a las 9,30, luces apagadas!
- A menudo, los desayunos rápidos, las comidas del cole y las meriendas frugales no son suficientes para dotar a nuestros hijos de la energía requerida para desempeñar todas sus actividades. La falta de ingesta de los nutrientes necesarios generan debilidad, fatiga y por consiguiente, falta de rendimiento. Planifica tu compra en función de desayunos, meriendas y cenas infantiles. Preparar un menú semanal ayuda a organizar la preparación de las comidas.
- Involucra a tus hijos en los nuevos cambios que vas a introducir. Prepara con ellos un mural con los horarios de la tarde y otro con las nuevas comidas. Hacerles partícipes de su vida les hace motivarse e ilusionarse por ella. Verás que diferencia!
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